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jueves, 5 de abril de 2012

ENRIQUE DE CASTRO Y LOPEZ-CORTIJO EN LA JAULA DE GATOS.



Foro: JAULA DE GATOS
Fecha: 27 de Marzo de 2012
Lugar: RESTAURANTE A SOLAINA
           C/ Sor Angela de la Cruz, 22 – MADRID


A S I S T E N T E S: Enrique de Castro López-Cortijo (Invitado), Mariano Fernández Bermejo, Miguel Ríos, Luís Blázquez, Enrique Martínez Reguera (invitado-oyente), Miguel Muñoz Calero, Gerardo Viada, Javier Ruiz de Asín, Carlos Bravo, Ramón Cervera, Agustín Ruiz, Julio Sanz, Jacinto Santos, Miguel Ansorena y Luís Yáñez.

Hace exactamente 10 meses que Enrique de Castro estuvo como invitado en esta Jaula de Gatos. Recuerdo perfectamente su valentía, porque hay que tener valor de verdad para  enfrentarse con este grupo de felinos, a pecho descubierto, sin condición alguna y sin programa de ningún tipo. Claro que todos los que  son fieles a sus principios,  jamás vacilan a la hora de aceptar cualquier reto aún a costa de correr riesgos a veces muy expuestos y peligrosos. Digo esto por el hecho de que cuando aceptó nuestra primera invitación, salvo a una persona, Enrique de Castro no conocía a ningún miembro de este Foro, y eso queramos o no siempre conlleva algo de aventura y un mucho de azar. Aunque si bien es cierto que las virtudes que jalonan este Foro son la tolerancia, la libertad, la educación y el pensamiento libre,  una velada  cara a cara con desconocidos, quiérase o no siempre es algo preocupante. Pero no para Enrique de Castro, para este cura de pobres, de obreros, de desheredados y de marginados,  que demostró desde un principio una sólida firmeza en sus  tesis, de las que ya nos habían informado y que por supuesto dejó muy  patentes en las horas que estuvo con nosotros.  En honor a la verdad hay que decir que todo discurrió sin problema alguno, los buenos modales, la educación, las formas y el tono  presidieron de principio a fin todas las intervenciones. No podía ser de otra forma.

Sobre aquella reunión quiero aclarar antes de nada,  el error cometido por mi a la hora de transcribir y redactar la sinopsis del día, fue en relación con el  Cardenal Tarancón, en cuyo resumen dije, poniéndolo en boca de Enrique e Castro; (lo transcribo literalmente): “Aquella fue la época en que algunos tacharon a Tarancón de “cardenal rojo”, y de rojo Tarancón no tenía absolutamente nada, lo que realmente tenía Tarancón era alma de político, político malo, pero político al fin y al cabo”; Enrique de Castro nos ha puntualizado que el Cardenal Tarancón; “si algo le distinguía era precisamente su condición de gran  político como miembro de alto rango de un colectivo como la iglesia donde desarrollaba  su influencia y el ejercicio del poder, y no precisamente con criterios reaccionarios sino más bien aperturistas, precisamente en unos momentos difíciles en que desde la agitación y la convulsión social y de alguna forma también con un notable ruido de sables que se vivía en aquellos momentos, supo capear con gran habilidad y diplomacia muchas de las cuestiones tan delicadas y controvertidas”. Queda hecha la aclaración, para que no quede duda alguna.

El hecho de que Enrique de Castro sea el primer invitado que  repite su presencia en este Foro,  fue motivado por varias razones: Un tema  tan amplio y complejo como el que a él le afecta,  así como la importancia de la acción social por él desplegada,  que va desde una ayuda incondicional y comprometida con la población marginada,  así como la valiente decisión de tomar partido, en momentos difíciles y complicados donde el riego y la aventura van casi siempre unidos a  la incertidumbre y la inseguridad, hacen de él, cuando menos un personaje notable y muy a tener en cuenta a la hora de escuchar sus razonadas y solventes opiniones,  opiniones que trascienden  a todos y cada uno de los sectores sociales por su gran reputación y  predicamento. También algunos de los miembros de este Foro que no habían estado presentes la última vez que estuvo con nosotros, tenían sumo interés en conocerle personalmente y de paso formularle nuevas   preguntas, y otros ampliar muchas más que la vez anterior por razones de horario se habían quedado en el tintero.
Y como no nuevos temas sobre los cuales el que más y el que menos deseaba escuchar de su boca  sus rotundos y sólidos argumentos, eso si, respetando en todo momento a aquellos que por razones ideológicas o de creencias, discreparan de sus analíticos razonamientos.  Enrique de Castro nos dio otra vez más una lección de cercanía y de humanidad, su ejemplo,  nadie, absolutamente nadie, ni el más terco reaccionario lo cuestiona, todos sin excepción, aunque no comprendan su labor reconocen su infatigable tarea. Ha merecido la pena tenerlo de nuevo entre nosotros.

Enrique vino acompañado  de un Filósofo, Psicólogo y Pedagogo de 72 años de edad, Enrique Martínez Reguera, gallego de nacimiento y brasileiro de adopción, en cuyo país pasó largos años en su labor de apoyo a los desprotegidos, con gran experiencia en el trabajo educativo de niños y adolescentes marginados, autor de 11 libros tales como “Cachorro de nadie”,  “De tanta rabia tanto cariño”,  “La calle es de todos”, “Tiempo de coraje”, etc. Nos dejó una reflexión sobre la familia que ustedes  mismos pueden juzgarla: “Yo creo que hay algo dentro de la familia que es de vital importancia, la crianza, cuando un bebé mama del pecho de su madre, no solamente mama alimento, sino también pertenencia, esperanza, tranquilidad, son cosas que se graban en su cerebro, los horarios, la organización y ni hablar de lo fundamental, mama el amor, otros pequeños con menos suerte maman desorden, desesperanza, falta de pertenencia, desamor, en fin los aprendizajes primeros son básicos”.  A estos últimos ha dedicado su vida y ha tratado de darles vivencias básicas para su mejor desarrollo. Y en esa labor sigue. Realmente fue un gran acierto y un lujo para nosotros que Enrique de Castro nos trajese a un hombre de esta calidad humana.

TEMAS TRATADOS:
Teología de la Liberación.

“Teología” es la ciencia que estudia a Dios  y todo lo relacionado con las cosas de Dios, y “Liberación” es lo más preciado para el hombre, su  libertad.

Sobre la “Teología de la Liberación”,  aquella corriente que se transforma en el seno de la iglesia católica a partir del Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín, durante el papado de Juan XXIII, donde se definió a aquella iglesia como “pueblo de Dios”,  y que se convierte en “iglesia del pueblo” a secas, considerando al pueblo como la clase oprimida a la cual hay que instruir en su lucha liberadora.
En definitiva la Teología de la Liberación, podríamos definirla como: “El intento de hacer del Evangelio una fuerza buena, de compromiso con la justicia, para la liberación de los pobres y marginados”.

Un tema que nos llevó a  un largo y vivo debate.

Alguien  expuso  argumentos acerca de la inoportunidad de aquel momento histórico en el que se quiso desarrollar de una forma práctica la lucha de clases, proletariado contra capitalistas, sobre todo en algunos países de América latina dominados y oprimidos por dictaduras,   que se aprovecharon de este movimiento para que varios gobiernos justificaran su crueldad a la hora de reprimir cualquier brote de ideas liberadoras que surgiesen del pueblo,  y además le sirvieron para argumentar una sesgada  justificación sin otro fin que el de  perpetuarse en el poder dictatorial, queriendo convencernos que lo hacían por su lucha contra el comunismo internacional que hablaba de una propiedad comunitaria, y  que  luchaba para acabar con la propiedad privada, que era la única manera de cambiar aquellas injustas estructuras. Criterios que fueron apoyados por el Vaticano en defensa de los intereses de los  poderosos,  con lo cual la iglesia se apartó de los principios fundamentales del Evangelio de Jesucristo. También se plantea el hecho de si los pueblos  que sufrían una humillación secular, como campesinos, indígenas, negros y otros estratos sociales oprimidos, fuese oportuno que abrazasen la ideología marxista como si fuera un dogma para ellos.

La réplica fue argumentada en base a la salvación cristiana que no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre,  citando además a varios sacerdotes seguidores de este movimiento teológico así como notables representantes  del Evangelio de Jesucristo, pero muy distantes de los postulados del Vaticano, que abrieron valiosas experiencias apostólicas y pusieron en práctica compromisos evangélicos.
Muchos de ellos dejaron su vida en defensa de aquella lucha contra la explotación y la injusticia,  tales como: Carlos Torres Restrepo, sacerdote colombiano que fue abatido en un enfrentamiento de la guerrilla ELN (Ejército de Liberación Nacional), con las tropas del ejército regular, Ignacio Ellacuría, jesuita español asesinado por militares en El Salvador,  “El cura Pérez”, sacerdote español muerto de una hepatitis en las montañas colombianas mientras luchaba en la guerrilla ELN, Oscar Romero, arzobispo de San Salvador que fue asesinado durante una homilía pastoral en defensa de los derechos humanos, así como un largo etcétera de otros muchos  que entregaron su vida al servicio de una encomiable actividad en defensa de la opción preferencial de  los pobres,  porque según ellos  de esta forma solamente  la Iglesia podría encontrar  su salvación; sin olvidarnos por supuesto del brasileiro  Leonardo Boff, franciscano,  que abandonó los hábitos en 1.992 y le fue retirada la licencia para enseñar teología católica durante el pontificado de Juan Pablo II,  uno de los fundadores y de los que más esfuerzo hizo en difundir este movimiento teológico. Helder Cámara, Pedro Casaldáliga, Ernesto Cardenal, etc. también fueron personas de referencia en la práctica de la religión cristiana.
Hoy podemos decir que la Teología de la Liberación nace y sobre todo se desarrolla en la América Latina en un momento histórico determinado, debido a la grave crisis social y de marginación que existía, ya que durante siglos estos países no tuvieron su propia teología, aceptaban la que les venía de Europa, que  no tenía nada que ver con su angustiosa situación social. La interpretación de la liberación de las clases oprimidas, justificaba la eliminación del opresor por los medios que fuesen, llegando incluso a disculpar el apoyo a las guerrillas y al terrorismo como última medida, si fuera necesario.

La iglesia católica.
Sobre el funcionamiento de la iglesia católica en la actualidad hubo opiniones bastante controvertidas. Desde los que justifican la postura y su forma de actuar, hasta los que reniegan de esta iglesia actual que no tiene nada en común con el mensaje que nos dejó el Evangelio de Jesucristo. Un Jesucristo que siempre se identificó con los pobres, diciendo que todo aquel que se acerque y se relacione con ellos,  se acercaría a él. El problema fundamental no está en la propia religión sino en el uso que se haga de esta como elemento controlador de masas,  con un claro objetivo, crear una tendencia predeterminada y que no es otra que el poder por el poder y el lujo por el lujo. El Vaticano condena todo lo que se desvíe de esa ortodoxia inventada por ellos, y si alguien se aparta de sus consignas lo silencia de un plumazo.
¡El Vaticano debe desaparecer como iglesia ya que solamente representa el poder!.  La iglesia tiene que ser necesariamente ecuménica donde lo sacro y lo profano sintonicen a la perfección, y en su seno tengan cabida cualquier tipo de creencia religiosa. Hoy la iglesia católica está considerada como una realidad histórica, producto de fuerzas socio-económicas, sin ningún carácter sobrenatural.
Nos dejaron reflexiones profundas como: “La fe no es producto de la educación, es producto de las vivencias”. “La liturgia cristiana debe ser compartir, y si no compartimos nada, dejemos la liturgia porque no sirve absolutamente para nada”. “No es justo que se criminalice la pobreza”. “Es necesario deshacerse de todos los lazos sociales que le encorsetan a uno y le llevan a la sumisión y a ser esclavo del poder”. “Hablar hoy de los pobres es hablar de los seres humanos explotados en el Tercer Mundo”. “La miseria que margina a grandes grupos humanos, es una injusticia que clama al cielo”.

Al final la concordia y la comprensión fue el mejor epílogo del día. Unos y otros con ideas distintas, expusieron sus tesis, aquellos y estos respetaron en todo momento criterios y opiniones diferentes. Ante todo tolerancia, sin este principio el ser humano no puede llegar a ningún sitio, con ella todos estamos condenados a entendernos y sobre todo a comprendernos.

Por: Luís Yáñez.


68 comentarios:

Anónimo dijo...

Verdaderamente interesante el hecho de volver a leer cosas relacionadas con Enrique de Castro. Comprendo perfectamente que vuestro Foro le haya vuelto a invitar, tiene muchas cosas que decir, y a través de este blog, donde no existe censura alguna, puede aclararnos muchas cosas que le debe resultar dificil difundir, precisamente por lo delicadas que son y que por razones obvias se tratan de silenciar permanentemente. El tema de la "Teología de la Liberación" da para largo y tendido y sobre todo aquellos personajes que de alguna forma se comprometieron en ella. Hoy solo quiere expresaros mi más sincera felicitación por vuestro acierto en traer nuevamente a Enrique de Castro, proximamente os formularé varias preguntas que me gustaría me aclaráseis. Hasta siempre. Roberto Cantalapiedra. Madrid.

Anónimo dijo...

Vuestro Foro está adquiriendo una dimensión extraordinaria, desde vuestros inicios a estos días va tomando un fuste tal, que merece la pena tenerlo muy en cuenta. Los invitados son de primerísima línea, los miembros del Foro elevan el tono de las reuniones a un nivel de lo más alto. Esta vez el hecho de traer nuevamente a un personaje como Enrique de Castro ha hecho que salvo honrosas excepciones que no han podido asistir por razones poderosas, los asistentes sean de lo mas atractivo por su capacidad de análisis y alta preparación. Cada vez somos más los que os seguimos, mantened en tono, es muy interesante. Delmiro Núñez. Huelva.

Anónimo dijo...

Hoy resulta que la Teología de la Liberación es algo muy traído y muy llevado, y eso no puede ser así bajo ningún concepto. La Teología de la Liberación no pertenece a círculos de intelectuales, aunque ellos la hayan querido patentar como algo propiedad de círculos exclusivos de élite. La Teología de la Liberación nace en el pueblo y pertenece a él, y por lo tanto como ese pueblo cada vez está más marginado, es el único que es el recipiendario de sus ideas liberadoras. El principio fundamental no es otro que el encuentro con Jesucristo y con nuestro prójimo necesitado, cuyo sufrimiento no es solamente fruto del destino,sino el resultado de la opresión y las injusticias sistemáticas por parte de la clase dominante, y que puede superarse a través de una acción transformadora y comprometida. De alguna forma Enrique de Castro y otros curas como él, seguidores del Evangelio de Cristo, son los apóstoles de esta teoría. Jesús Meruéndano. Madrid.

Anónimo dijo...

Con la actual crisis global, la Teología de la Liberación también se ha hecho global. La pobreza y la marginación mundial cada día es más acusada, por ello este movimiento en pro del apoyo incondicional a los necesitados, siempre será más necesaria y tendrá una vigencia más actual en tanto y cuanto los recursos no se repartan de una forma más justa y equitativa. Personas como Enrique de Castro, curas o no, comprometidos en esta labor, son dignos de todo reconocimiento y plausibles sus acciones. José Antonio del Corral. Badajoz.

Anónimo dijo...

Hablando de la Teoría de la Liberación, uno de los más insignes representantes de la misma fue sin lugar a dudas Ignacio Ellacuría, un filósofo y teólogo español, asesinado por los militares salvadoreños el 16 de Noviembre de 1.989. Ellacuría que estudio en El Salvador, Ecuador y fue ordenado como jesuita en Austria, hace sus últimos votos en su pueblo natal de Portugalete, doctorándose en la Universidad Complutense de Madrid en 1.965 bajo la dirección el filósofo vasco Xabier Zubiri. Ellacuría es el producto más claro de la Teoría de la Liberación después de la Conferencia de Medellín de 1.968, que le marcan en su producción teológica orientada hacia la liberación de las clases marginadas. No se si es exagerado o no, pero en mi opinión Ellacuría es el personaje más importante de la Teología de la Liberación. Antón Grasses. Barcelona.

Anónimo dijo...

Si hablamos de la Teología de la Liberación, tenemos que aceptar que San Francisco de Asis fue uno de los primeros que inició una hermandad abierta con todos los seres de la creación, sin tener en cuenta ni siquiera el género. Claro que ello nos llevaría a un terreno casi ecológico, que aunque muy interesante, en mi opinión no tiene ni la importancia, ni la trascendencia, ni el acento social que tiene la "Teología de la Liberación"; aunque si bien es cierto que muchos de los apóstoles de esta teoría, prestan una importancia definitiva a la crisis relativa a la conservación de la Tierra, que si tiene su relación con aquellla. Tema sobre el cual se podría debatir largamente y entrar en materias de sumo interés. Honorio Palacios. Burgos.

Anónimo dijo...

Tocante al tema de la Iglesia Católica, creo que sería bueno aclarar una serie de conceptos. Primero, definamos la palabra IGLESIA, del griego y su significado es "Convocatoria", la primera comunidad heredera de aquella asamblea en la que Dios convoca a su pueblo, o sea la que pertenece al Señor. CATOLICA, también del griego y cuya tradución es "universal", este nombre es dado por Ignacio de Antioquía uno de los Padres Apostólicos, en el siglo II. APOSTOLICA, referida a la iglesia creada por Cristo sobre el fundamento de San Pedro y de los demás apóstoles, asi como de sus sucesores que ejercen la misma autoridad que tuvieron los primeros que fueron elegidos e instituidos por Jesucristo. ROMANA, que está en plena comunión con el obispo de Roma (Papa), y aunque hay iglesias católicas que no llevan el título de romana, pero son igualmente católicas. Si bien es cierto que la iglesia vaticanista actual se ha apartado de los principios fundamentales del cristianismo primitivo que giran en torno al concepto: "Recorrer el camino espiritual hacia Dios viviendo el amor recíproco entre los seres humanos y el apoyo constante e incondicional a los desprotegidos".
Todo lo que se aparte de esta premisa se apartará de la doctrina esencial del Evangelio de Jesucristo, el resto desde los atributos, las características y la estructura organizativa de la Iglesia, son secundarios si falla el principio fundamental. Justo A. Corral. Zaragoza.

Anónimo dijo...

Grandes fueron aquellos representantes de la Teología de la Liberación, como el arzobispo Oscar Romero, el jesuíta Ellacuría o el sacerdote Torres Restrepo. Sin duda la sangre de estos mártires ha sido la mejor semilla para que otros siguieran la senda que ellos marcaron. Pero bajo mi forma de ver, si alguien ha sido y es un ejemplo de aquella teoría de ayuda a los pobres y marginados, ese es sin duda alguna Enrique de Castro. Su labor en pleno siglo XXI, cuando los valores ha sido trastocados de una forma violenta y ya nadie se preocupa mas que de lo suyo, un hombre como Enrique de Castro, es un especímen único. Hay que tener una sólida formación para llegar al convencimiento que lo que él hace es lo correcto y lo que de verdad tiene valor. Encomiable, verdaderamente encomiable. Jesús Martínez. Vitoria.

Anónimo dijo...

Leía hace unos días a un escritor argentino, Eduardo H. Galeano y me impactó una frase que escribió en negrilla, dándole la importancia que para él logicamente tiene, ya que la considera un Mandamiento de la Ley de Dios, que según él a Dios en su momento se olvidó de dictarle a Moisés: "Amarás a la naturaleza de la formas parte". Tiene mucha razón Galeano, con este nuevo mandamiento en el cual se engloba casi todas las cosas a las que hay que amar en la naturaleza, partiendo primordialmente de ella misma. Seguro que Enrique de Castro y Enrique Martínez Reguera, compartirán este pensamiento. Alvaro Montes. Vigo. (Pontevedra).

Anónimo dijo...

He leído un para de libros de Enrique Martínez Reguera, que me han parecido francamente interesantes. Creo que es una de esas personas a las que merece la pena conocer, precisamente por su enorme calidad humana. Sería muy interesante que lo invitaseis a ese Foro, estoy seguro que no os arrepentiríais; tiene muchas cosas que decir. Ernesto Sanjuan. León.

Anónimo dijo...

Suprimida foto repetida, sorry

Anónimo dijo...

prueba de correo, suprimir foto. salud j

Anónimo dijo...

Como seguidor de vuestro blog, he visto que Enrique de Castro es el único de los invitados que lo ha hecho dos veces. Me parece estupendo. Es una de esas grandes personas que dificilmente se encuentra uno a menudo en la vida. Alguien capaz de entregar toda su vida, su energía y su desvelo en favor de los desprotegidos, debiera tener una consideración y una trascendencia que en mi opinión no tiene. Claro que este tipo de gente, no quiere los reconocimientos, ni las medallas, les basta con saber que sus acciones han servido en un momento para paliar la agustiosa necesidad de un ser humano en situación límite. Eso es lo que realmente tiene valor, lo demás... Angeles Miñarro. Madrid.

Anónimo dijo...

¿Pero donde está este cura, llamado Enrique de Castro?; ¿como es posible que los medios de comunicación no difundan a los cuatro vientos su labor?. Vivimos un mundo demasiado egoista y superfluo que lo único que le interesa es la noticia sin trascendencia y el aprovechamiento particular de cada uno. ¡¡No tenemos remedio, que pena!!. Joaquín Azcárraga. Bilbao.

Anónimo dijo...

Curiosamente veo que Enrique de Castro ha vuelto como invitado a vuestro Foro. No me extraña, una persona como él necesitaría años para poder decir todo lo que el sabe y lo que ha vivido. Bueno es que de vez en cuando lo traigáis a estas páginas, siempre nos deja alguna que otra "perla" de sumo interés. Nemésio Flores. Madrid.

Anónimo dijo...

He leído una frase la cual me ha dejado un tanto impactado. "Hace tiempo que Dios renunció a ser Dios". El autor es Ernesto Cardenal, sacerdote, poeta, escultor y exministro sandinista. Irredento luchador contra las grandezas y los lujos del Vaticano. Uno de los más firmes seguidores de la Teología de la Liberación. Personaje cuando menos curioso e interesante. ¿Que opina Enrique de Castro de este incansable luchador?. Mariano Cartagena. Madrid.

Anónimo dijo...

Es sorprendente que un hombre como Enrique de Castro, todavía no haya sido "barrido de la faz de la tierra". Un pobre cura de barrio plántandolo cara a toda la Curia y al mismísimo Vaticano; ¡hay que tenerlos como el caballo del Espartero!, o estar totalmente convencido que su actitud es la correcta ante si mismo y ante la sociedad. Lo extraño es que personajes como Rouco Varela con la fuerza y el poder que tiene, permita seguir ejerciendo su sacerdocio. ¿Tanto miedo le tienen?, seguro que si pudieran lo harían desaparecer de la escena social, política y religiosa, que es donde él tiene verdaderamente fuerza y seguidores. El pueblo te apoya Enrique, no cedas ni un milímetro. Juan Barrios. Burgos.

Anónimo dijo...

¿Quién está de párroco en San Carlos Borromeo en estos momentos?. ¿Es cierto que Enrique de Castro ha sido defenestrado por el cardenal Rouco Varela?. Me gustaría saber cual es en estos momentos la situación de Enrique de Castro. Gracias anticipadas. Manuel A. Alonso. Madrid.

Anónimo dijo...

He conocido la labor que está llevando acabo Enrique de Castro a través de una persona que lo conoce muy directamente, y lo que me ha dicho de él entre otras muchas cosas, me impactó en sobremanera. "Lo que tiene que hacer el ser humano es comprender al que tiene enfrente, con sus problemas y sus peculiaridades, y a ser posible tratar de ayudarle, no demonizarlas". ¡Ojalá todos fueramos así!. Juan Pedro OLiva. Valencia.

Anónimo dijo...

Me gustaría conocer directamente a este cura, Enrique de Castro. En estas fechas que conmemoramos el 50aniversario del Concilio Vaticano II, es bueno traer aquí la figura de un sacerdote como Enrique. En aquel Concilio presidido por el Papa Juan XXIII, dió comienzo una apertura en la iglesia católica que hasta aquel momento permanecía cerrada a cualquier movimiento aperturista fuera del color que fuera. A partir de aquel Concilio nació el germen de la Teología de la Liberación, y hoy por hoy Enrique de Castro es sin lugar a dudas uno de sus representantes más destacados. ¿Donde dice misa Enrique y en que fechas?, me gustaría asistir a cualquier acto religioso presidido por él. Gracias. Javier R. de la Torre. Madrid.

Anónimo dijo...

Hace unas cuantas semanas que no había entrado en esta página, y cada vez que lo hago mi admiración por Enrique de Castro se incrementa
de una forma progresiva. Es uno de los pocos representantes de la Iglesia Católica que merece todo el respeto del mundo. Honrado y fiel a sus ideas y consecuente con ellas. Un ejemplo para todos que no se ha dejado corromper por el mercantilismo eclesiástico. Rafael Moreno. Cádiz.

Anónimo dijo...

Con la crisis que nos está cayendo encima a los españoles, me imagino lo que estará vivienda el bueno de Enrique de Castro. Desgracias, angustias, infortunios, adversidades y problemas de todo tipo, son el "pan nuestro de cada día" que está viviendo esa población marginada tan cercana a él. Si en tiempos de bonanza económica, los problemas no faltaban, ¡que no será ahora!. Desde aquí quiero expresarle mi reconocimiento, mi admiración y mi solidaridad por su desvelo y su permanente preocupación por todos aquellos que viven en ese inframundo que solo personas con la calidad humana de EDnrique de Castro saben lo triste y desgraciados que viven. Eso que hace Enrique es bondad y categoría humana, los que se lamentan antes las cámaras o micrófonos, son "boberías". Tomás Acuña. León.

Anónimo dijo...

Llegan las fiestas navideñas y de alguna forma el espíritu de solidaridad se acentúa. Son tiempos en los que uno quisiera estar mas cerca de los pobres y de los marginados, de aquellos que no tienen ni un ápice de cariño que llevarse a su alma. Y es en estos tiempos en los que Enrique de Castro se vuelca mas si cabe con todos los que llaman a su puerta, para todos tiene una taza de caldo caliente y una mano amiga que acoge a todos sin distinción. ¡Que ejemplo nos ha dado durante todos estos años con su labor este cura vallecano!. Nuna le pagaremos lo que está haciendo. Carlos Carro. Madrid.

Anónimo dijo...

Comparto las reflexiones de Calos Carro de Madrid. Me imagino la incesante labor de fraternidad que estará llevando a cabo Enrique de Castro en estas fiestas navideñas con los "olvidados de Dios", con aquellos que no tienen donde vivir, ni nada que comer, con toda seguridad él estará buscando salida a esos seres humanos, porqué son seres humanos, que no se nos olvide, mientras esos banqueros ladrones que se han llevado todo lo que han podido y mas, disfrutan y despilfarran lo que no es de ellos, y el Estado no tiene ni una migaja de pan que darles a esos desgraciados que nadie se acuerda de ellos. ¡Que injusticia, si hay un Dios justo tendrá que hacer algo para revertir esta situación!, lo seguiremos esperando. Matilde Arroyo. Madrid.

Anónimo dijo...

Este Papa ha sido un verdadero "chufla", y no lo digo con ánimo de ofender a la iglesia católica ni a sus seguidores, que son más de 1.200 millones; ellos se merecen todo mi respeto, pero que el cardenal Ratzinger, vicario de Dios en la tierra, haya presentado su renuncia o dimisión, llámenle como quieran, no me parece de recibo y encima muy poco serio; ¿acaso no sabía a lo que jugaba cuando fue elegido en el año 2005?; aunque mirándolo bien un señor que ha condenado el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, investigación con células madre y el uso del preservativo, entre otras muchas cosas que demanda la sociedad, no es digno de representar a un Estado como el Vaticano ni a ningún otro. El lo ha querido, pues que se vaya y "puente de plata", que el sustituto seguro que será mucho más aperturista y mas sensible al clamor social, de eso estoy completamente convencido, ya que más reaccionario dificilmente se puede ser.
No se que pensará el cura Enrique de Castro, que o mucho me equivoco pero no me imagino que fuera de su cuerda. Orencio Casanova. Pontevedra.

Anónimo dijo...

Esto de los "banqueros de Dios" suena como algo demasiado prosaico, algo de muy mal gusto. Parece ser que al Vaticano le importa poco a lo que se haya dedicado el nuevo presidente del Instituto para Obras de Religión (IOR), lease Banco del Vaticano, cargo para el que ha sido nombrado un tal Ernest von Freyberg. Pues bien este nuevo banquero de Dios, hasta ahora su actividad era la de presidir un astillero que se dedica a la encomiable labor de construir entre otras cosas barcos de guerra. No podía haber elegido mejor Benedicto XVI, en su última acción. Podría haberse buscado una persona dedicada a la fabricación de rosarios o escapularios, que seguro habrá algún experto en gestión económica en ese sector. No, tenía que buscar un tiburón de las finanzas, con pocos escrúpulos, cuyo pasado estuviese directamente relacionado con la industria bélica, algo que repele a cualquier mortal,por muy insensible que sea. ¿No había otro que tuviese mejor curriculum que el Sr. Von Freyberg con un pasado tan oscuro y de una actividad tan poco recomendable?. Lo de la doctrina "PACEM IN TERRIS"
de Juan XXIII de poco ha valido o en muy poca consideración de ha tenido. Da la impresión que el Papa saliente quiere dejar el puesto ocupado por un compatriota de una forma un tanto atropellada para que maneje y rentabilice los dineros de la iglesia de la forma que sea. "El negocio es el negocio, y la fe es harina de otro costal". Pues se han lucido los obispos, el capelo cardenalicio y el Sumo Pontífice, y mientras tanto curas como Enrique de Castro se las ven y se las desean para cubrir las necesidades mínimas de cuatro desarraigados en su empobrecida parroquia. ¡¡No es justo!!. Aniceto Lomba. Palencia.

Anónimo dijo...

Lo de la dimisión del Papa Benedicto XVI, seguirá produciendo ríos de tinta y todos tendrán su opinión, lógica o autorizada no lo se, pero si libre que es lo importante. A mi pesonalmente me parece un acto de traición; en dosmil años de historia de la Iglesia, solamente 5 Papas renunciaron a la silla de Pedro. El primero fue Clemente I que fue expulsado al exilio por el emperador Trajano, por negarse a prestar culto a los ídolos paganos; era una razón sólida. El segundo fue Ponciano II, que al igual que en el caso anterior fue deportado por el emperador Maximinio el Tracio a la Isla de Cerdeña, y un tiempo después abdicó para que fuese nombrado Anteros y no dejar a la iglesia sin guía espiritual; le gustase o no el emperador lo exilió y lo retiró de Roma. El tercer caso fué el Benedicto IX a principios del siglo XI, que fue expulsado de Roma a causa de las luchas de poder, siendo sustituido por Silvestre III, aunque tiempod espués recuperó el papado y se lo vendió a Gregorio VI (cuarto caso), que fue acusado de obtener el pontificado de forma ilicita viendose obligado a renunciar, y nuevamente Benedicto IX volvió a sede episcopal por la fuerza hasta que posteriormente fue rechazado de nuevo. El quinto caso fué el del Papa Celestino V, un monje benedictino que vivia como un ermitaño en una cueva y abdicó por no encontrase capacitado para gobernar la iglesia universal. Las renuncias o abdicaciones de aquellos tiempos están mas o menos justificadas, ya que la iglesia en aquellos momentos vivía inicios balbuceantes, pero hoy en día con equipo de asesores de altísimo nivel que hay la curia, no se justifica la renuncia por argumentos de incapacidad, es como si Cristo se hubiese fugado en el huerto de Getsemaní cuando vinieron los soldados a apresarlo. No se lo que pensará Enrique de Castro de la dimisión del ex-Papa Benedicto XVI, (que mal suena), que ocupa el sexto lugar en Papas que hayan abandonado o renunciado. Jerónimo Serena. Madrid.

Anónimo dijo...

¿Como ve Enrique de Castro que la curia haya elegido Papa a un jesuita?. Todos sabemos de los enfrentamientos que ha tenido la iglesia desde la fundación de la Compañía de Jesús en el siglo XVI. Su influjo político y financiero le costaron a la iglesia no pocos disgustos a lo largo de los últimos siglos; desde la expulsión de varios países entre ellos España, por interferir descradamente en las cuestiones de Estado. Siempre les ha gustado a los jesuitas estar en los entresijos del poder, y lo que es peor, ejercerlo. ¿Cree Enrique de Castro que ha sido una buena idea su nombramiento?, ¿Quizás se necesita en estos momentos en el Vaticano a la Compañís de Jesús con sus criterios modernistas, y que sean capaces de introducir en el seno de la iglesia de lleno la Teología de la Liberación, en cuyo movimiento se destacaron tantos jesuítas?. Juan F. Maroto. Madrid.

Anónimo dijo...

¿Como ve Enrique de Castro al Papa Francisco I, cree que va poder con los poderes fácticos dentro del propio Vaticano?. Da la impresión de ser un tipo muy campechano y bastante cercano, lo que no se es si podrá mantener esa postura durante mucho tiempo. Todos sabemos que la Iglesia siempre le ha gustado mantener las distancias con el pueblo. Ya veremos, ya veremos. Teodoro González. Toledo.

Anónimo dijo...

Creo que el Papa Francisco ha sido una revolución cristiana, en toda la extensión de la palabra, dentro del seno inmovilista de la iglesia católica. El hecho de beatificar a Monseñor Oscar Romero, muerto a manos de los paramilitares salvadoreños en 1980 y que fue un exponente claro de la Teología de la Liberación. Nadie hasta ahora, y han pasado más de 20 años, se había atrevido a beatificar al arzobispo, que algunos reaccionarios dieron en tachar de guerrillero marxista (?). ¡Bien por este Papa progresista y que tiene las cosas muy claras!. Además su crítica a esa iglesia incoherente e inmovilista, que ha sido incapaz de escuchar "la voz de los sin voz" y que miran hacia otra parte ante los culpables de las victimas de la violencia, de los inocentes y los indefensos. Renace una nueva esperanza con este Papa, que por lo menos intenta desesperadamente por encima de todo la justicia social. ¡Hay esperanza, hay ilusión, este Papa nos la ha traído!. Que Dios le guarde muchos años, esperemos. Juan Antonio Maral. Madrid.

Anónimo dijo...

No se lo que pensará el sacerdote Enrique de Castro sobre el Papa Francisco I. Da la impresión que sus iniciativas van por el buen camino. La iglesia se acerca a los desprotegidos, a los marginados a aquellos que no tienen voz en ningún sitio, el Papa Francisco I está intentándolo denodadamente. Que no le pase nade, al fin y al cabo está "pisando callos" a los que no entienden de caridad y solo les guía el poder y el dinero, y estos precisamente son muy malos enemigos. ¡¡Ayudémosle!!. Antonio Moral. Cáceres.

Anónimo dijo...

Al margen de las creencias religiosas que sean, este Papa, es el verdadero representante de Cristo en la tierra. Hace cosas que ningún otro Papa hasta ahora ha hecho. Pretende llevar a cabo iniciativas que son la pura esencia del cristianismo, de ese cristianismo que predicó Jesucristo, que estaba más al lado de los pobres que de los ricos. Querer convertir los conventos vacíos en asilos de refugiados, sin que tengan que ser obligatoriamente cristianos, es algo extraordinario. Decir que la Iglesia católica no está para hacer negocios con los marginados, con los que no tienen ni cobijo, ni posibilidades de llevarse un mendrugo de pan a la boca, es verdaderamente ejemplar. Gestos como el presentarse e un centro de ayuda a refugiados sin escolta y con un coche utilitario, hacen que creamos a pies juntillas en él. ¡Que falta hacía un Papa así!. Ernesto Mayoral. Madrid.

Anónimo dijo...

A este Papa o se anda con ojo o le pueden dar un susto importante. Sin duda alguna es el Papa mas aperturista desde San Pedro a nuestros días. Un Papa que dice que la mujer es necesaria su presencia en los lugares donde se toman decisiones importantes de la iglesia. Que apunta ideas ecuménicas, algo que deja entrever posibilidades de acercamiento y comprensión de otras creencias. Un Papa que no tiene inconveniente en manifestar que el nunca ha sido de derechas, como un fiel seguidor de aquel Cristo, que tuvo a sus amigos y correligionarios entre la clase pobre. Que la iglesia tiene que fortalecer las bases del edificio moral para evitar su derrumbe. Un Papa que se reconoce como un pecador y no presume de una santidad supuesta como Sumo Pontífice. Un Papa que nos habla de prioridades y de la necesidad de no seguir insistiendo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos, que una sociedad pujante y masacrada por algunas de estas cuestiones, demanda la necesidad de que sean aceptadas. Un Papa de que se desnuda ante el mundo como ser humano, es un ejemplo de lo que tiene que ser un líder religioso moderno. ¡¡Que Dios le guarde muchos años!!. ¿Qué opina el cura Enrique de Castro?. Antonio Melo. Guadalajara.

Anónimo dijo...

¿Vivirá este Papa suficiente para llevar a cabo todas las reformas que pretende en la Iglesia católica?. Siendo como es de reaccionaria la curia cardenalicia, ¿hasta donde van a permitir los cardenales este pretendido giro aperturista?. Esperemos que nos dure muchos años. Jaime Moraleda. Madrid.

Anónimo dijo...

Las actuaciones y las formas del Papa Francisco I realmente son de un revolucionario. Como Pontífice y máximo representante de Cristo en la tierra a cualquier sitio que vaya, le tienen reservada un sillón de terciopelo y pintado en purpurina, sin embargo a él lo que le gusta es colocarse en los últimos bancos de cualquier iglesia y rezar en silencio. Seguro que la mayor parte de los cardenales que lo eligieron Papa estarán mas que arrepentidos y si pudieran dar marcha atrás seguiría siendo cardenal toda su vida, pero la suerte ha querido que un Papa se sensibilice con los pobres, que los problemas por los que están pasando los ciudadanos de medio mundo los denuncie a los cuatro vientos, que les eche en cara a los ricos y poderosos su indolencia ante las tragedias humanas, que ser cristiano no es solamente haber sido bautizado sino solidarizarse con los mas necesitados y que acepta la Teología de la Liberación como un movimiento que tiene que ser liberador de la opresión. Por fin tenemos un Papa que responde a ese perfil de un Jesucristo que hace 2000 años nos marcó el camino a seguir. Es para estar satisfecho mientras dure, que esperemos que sean muchos años. Gregorio Mancha. Córdoba.

Anónimo dijo...

A mi personalmente me sigue costando que ninguna jerarquía de la iglesia sea un revolucionario. Sin embargo las cosas que está haciendo este Papa Francisco I tienen visos de ser un principio de revolución. Está tratando de meter en cintura a la curia cardenalicia que es lo mas retrogrado y reaccionario de la iglesia. ¿Lo conseguirá o no lo conseguirá?; ¿usted Enrique de Castro, como sacerdote cree que lo conseguirá, o por el contrario acabarán con él?. Juan Poveda. Madrid.

Anónimo dijo...

¿Cómo ve Enrique de Castro la beatificación llevada cabo en Tarragona de los 522 religiosos asesinados en la Guerra Civil española?. Efectivamente religiosos de sotana en el bando republicano, seguro que habría muy pocos, pero me consta que algunos si había, aunque no hiciesen alarde de sus hábitos. En mi opinión creo que tendríamos que dejar a un lado lo de las beatificaciones y los homenajes a las victimas de uno y otro bando. Hay que olvidar de verdad, hay que pasar página y tener un mínimo de capacidad de perdón o por el contrario acabaremos como aquellas familias de la mafia siciliana que los hijos de los hijos no olvidan las afrentas habidas con un familiar de 4 o 5 generaciones anteriores y solo se ven satisfechos asesinando a un miembro de la otra parentela. Lo extraño para mi ha sido que este Papa Francisco no solamente haya permitido esta santificación sino que de alguna forma haya participado desde el Vaticano en el acontecimiento. No mas ceremonias de este tipo, ni de uno ni de otro bando, dejemos que las cenizas de unos y de otros se enfríen y no pretendamos saldar viejas cuentas. Lo único que tenemos que hacer es evitar que aquella barbarie no vuelva a suceder jamás. ¿No lo cree vd. así Sr. de Castro?. Pedro A. González. Madrid.

Anónimo dijo...

Nadie puede negar que es un gesto de valentía lo del Papa Francisco. Pedir opinión a los católicos del mundo sobre los gays, el divorcio y el control de natalidad, es un innegable signo de apertura con lo que siempre han sido tabúes en la iglesia católica. Los viejos guardianes de la fe, se habrán apresurado a bloquear los intentos del Papa a estos sectores de la sociedad que siempre han estado marginados. ¿Se lo permitirán la Curia cardenalicia y los mandamás?. Oscar Mata. Salamanca.

Anónimo dijo...

Enrique de Castro, ¿cree usted que la curia cardenalicia va a permitir que este Papa lleve a cabo tantas reformas como pretende, y además que meta mano en los negocios ilícitos que está llevando a cabo el Banco del Vaticano?. ¿Cree vd. que la mayor parte de los cardenales están arrepentidos de haber nombrado Papa al cardenal Bergoglio?; yo creo que si, no se usted lo que pensará, pero me gustaría saberlo. Gumersindo Oteiza. Vitoria.

Anónimo dijo...

¿No cree el sacerdote Enrique de Castro que si le dejan a este Papa, la iglesia y la sociedad a nivel mundial sufrirá una transformación importante?. La cuestión está en si consigue vencer las fuerzas reaccionarias que existen dentro del mismo Vaticano. Necesariamente tiene que urdir algún tipo de estrategia si quiere llevar a buen fin su política de cambio, si lo pretende hacer de una forma directa, creo que no podrá llevarla a cabo. No se lo que piensa Enrique de Castro, pero si me gustaría conocer su opinión en un asunto de la importancia tan trascendental como la que nos estamos jugando en estos momentos. Nemesio Vidal. Madrid.

Anónimo dijo...

Realmente este Papa dice cosas importantes de verdad. En unas de sus últimas alocuciones envió un mensaje para los fundamentalistas la iglesia católica, con la siguiente reflexión: EL QUE SE ACERCA A LA IGLESIA DEBE TENER LAS PUERTAS ABIERTAS, NO FISCALES DE LA FE. Que aprenda Monseñor Rouco y sus adláteres. Dice cosas importantes este Papa, ¿verdad Enrique?. M. Carmen Toga. Madrid.

Anónimo dijo...

Me gustaría conocer la opinión de Enrique de Castro sobre la sustitución del cardenal Rouco Varela como Arzobispo de Madrid, por el cardenal Carlos Osoro. De Rouco sabemos su pensamiento reaccionario, de Carlos Osoro desconozco su forma de pensar. Lo único esperanzador es que ha sido nombrado por el Papa Francisco, lo cual de alguna forma es una pequeña garantía. ¡Que Dios nos de suerte!. ¿Cuál es su opinión Sr. de Castro?. Lorenzo Menéndez. Santander.

Anónimo dijo...

Ha muerto uno de los "curas obreros" que siempre han estado del lado de los desheredados. Carlos Jiménez de Parga. De vocación tardía, pero de firmes convicciones. Mientras estudiaba Derecho trabajó con el padre Llanos en el Pozo del Tío Raimundo y en Cerro del Tío Pío, en la Vallecas más deprimida, que sufrió las dentelladas del hambre y la miseria de los años siguientes a la Guerra Civil española. Enrique se nos ha ido de los curas que como tu han llevado a cabo una labor encomiable de ayuda y lucha por la causa de los pobres. ¡¡Que continúe su obra!!. Andrés Gómez. Vallecas. Madrid.

Anónimo dijo...

Supongo que Enrique de Castro habrá conocido de cerca a Carlos Jiménez de Parga, otro cura como él que entregó su vida a la ayuda a desheredados y marginados de la sociedad. El día 25 de Agosto pasado, nos dejó para siempre, pero su labor, lo que hizo a lo largo de su vida, ahí queda. Curas como este y como Enrique de Castro son los que hacen falta con su labor de apostolado y el permanente ejemplo que dan a diario. Julián Arroyo. Toledo.

Anónimo dijo...

Este Papa Francisco, dice verdades como puños. "Aquel que justifique la muerte de un semejante en nombre de Dios, comete una blasfemia". Totalmente de acuerdo con él, las guerras, las hambrunas, las enfermedades y las calamidades provocadas por el ser humano, no tienen justificación de ningún tipo. Son algo así como los "cuatro jineste del Apocalipsis" que hoy campean por el mundo. Por lo menos la iglesia católica en estos momentos lo denuncia, auqnue no consiga gran cosa, pero por lo enos no silencia su opinión. Germán Ayuso. Madrid.

Anónimo dijo...

¿Cuál cree usted que será la reacción del Papa Francisco ene l próximo Concilio Vaticano del año 2015, sobre los matrimonios homosexuales y sobre los divorciados?. ¿Tendrán cabida de hecho y derecho en el seno de la iglesia católica?. Me gustaría conocer la opinión del cura Enrique de Castro sobre este asunto, en función de la trayectoria del Pontífice desde su nombramiento. Hay sectores de la iglesia que lo ven como un pusilánime y otros sin embargo como un libertino, influido por las corrientes anticristianas del momento. ¿En que quedamos, Enrique, como es el Papa aperturista o reaccionario?. Teodoro Martínez. Zamora.

Anónimo dijo...

No se cual será la opinión de Enrique de Castro, pero según lo veo yo, creo que desde el Papa Juan XXIII hasta el actual Francisco I, que son los que han seguido y siguen la doctrina de Cristo, el resto han sido lo que menos se podría parecer a la imagen y al espíritu de aquel hombre de Nazaret. ¿Cómo lo ve vd. Enrique?. Gabriel Oliva. Madrid.

Anónimo dijo...

No se lo que pensará Enrique de Castro, pero a mi personalmente la respuesta que dio Monseñor Osoro Arzobispo de Madrid a la insistencia de los periodistas de significarlo en una ideología política, me gustó mucho. "Yo tengo una única adscripción, que es a Jesucristo, y él me adscribe a todos los corazones de los hombres". Parece que la iglesia al ir sustituyendo a la caverna va por mejor camino, por el que tenía que haber ido siempre, pero nunca es tarde, y esperemos que desde el Papa Francisco al último coadjutor asimilen la doctrina de Cristo, que como el Cura Enrique de Castro siempre estuvo con los mas necesitados. Andrés Velázquez. Huelva.

Anónimo dijo...

No se lo que pensará Enrique de Castro del nuevo Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. A mi personalmente me parecen muy acertados sus criterios, puramente cristianos: Visitar a los presos en cárceles, reunión para conocer de cerca a todos los sacerdotes de la diócesis y una reunión mensual con jóvenes en la catedral de Madrid, para someterse a las preguntas que ellos deseen. Me parece un planteamiento generoso por su parte, no se lo que pensará el cura Enrique de Castro. Carlos Barón. Madrid.

Anónimo dijo...

La verdad es que este Papa Francisco I, hace y dice cosas que tienen un gran calado cristiano. Por ejemplo, el hecho de haber mandado construir 3 duchas debajo de la basílica de San Pedro en el Vaticano, para que los "sin techo" que viven en los alrededores del Vaticano puedan asearse todos los días, es un hecho real que acerca la Iglesia a los pobres y necesitados. También dijo no hace mucho que "el reino de Dios crece en silencio, no es un espectáculo", también es muy significativo. Desde el Papa Juan XXIII, no ha habido un Papa con una connotación social tan acusada. Así la Iglesia podrá ir recuperándose de los decenios de boato e intransigencia. Este es el camino. Maria del Carmen Jimeno. Madrid.

Anónimo dijo...

¿Qué le parece al cura Enrique de Castro, el cura de Entrevías, la trayectoria del Papa Francisco?. ¿Ha cumplido las expectativas que se habían depositado en él?. Me gustaría conocer la opinión de Enrique de Castro, desde la óptica de un cura que vive directamente la penuria y necesidad de sus semejantes. Nadie mejor que él puede darnos una versión tan válida y fundamentada. Me gustaría conocerla. Elpidio R. López. Madrid.

Anónimo dijo...

Hablemos de "curas rojos", de los curas de verdad, de los que han estado y están al lado del pueblo, al lado de los marginados, de los que no tienen nada, de los que no existen para nadie, solo existen para estos curas que se han entregado en cuerpo y alma a ayudar a estos desgraciados. ¿Por qué se silencia su labor?. Hoy quiero traer a estas paginas que nos hablan de libertad el recuerdo del padre Jose Maria Diez-Alegria, Mariano Gamo, Francisco Garcia Salve y como no de Enrique de Castro. Falta un reconocimiento popular a iniciativa de quien sea para que nunca olvidemos todo lo que han hecho estos curas por los demás. Francisco Moreno. Vallecas. Madrid.

Anónimo dijo...

Ya han pasado dos años desde el nombramiento en conclave del Papa Francisco I. Me gustaría conocer la opinión de Enrique de Castro sobre si ha cumplido o no las esperanzas que había depositado en él. Juan Correa. Segovia.

Anónimo dijo...

He leído el resumen de su paso por este Foro y me ha quedado un gratísimo sabor de su forma de ser y de pensar. Todavía hay gente buena y extraordinaria en este mundo tan mercantilizado. Creo que usted Enrique de Castro es de los pocos que quedan y que sean capaces de ayudar a los desprotegidos, pero no con rezos y buenas palabras, sino con acciones que ponen de manifiesto su enorme grandeza de espíritu. Gracias en nombre de la humanidad, gracias. Roberto Maestre. Murcia.

Anónimo dijo...

¿Que es del cura Enrique de Castro, sigue en la parroquia de San Carlos Borromeo de Entrevías?. Gran ejemplo como ministro de la iglesia católica, durante tantos años. Manuel Otero. Madrid.

Anónimo dijo...

Dentro de la Teología de la Liberación, de la cual quedan muy pocos exponentes, ¿cree Enrique de Castro que el Papa Francisco está siguiendo la línea que en un principio hizo temblar a los más reaccionarios vaticanistas?. Juan A. Lacalle. Santander.

Anónimo dijo...

Este Papa Francisco ha detectado perfectamente el pulso del futuro de la religión. Su visita a Cuba pone de manifiesto su gran labor apostólica y su interés en dar a aquel país la salida mas favorable para todos. La visita de los dos Papas anteriores con toda seguridad que no tendrán las trascendencia de la visita del Papa Francisco en esta ocasión. Aunque todos sabemos que la iglesia católica siempre ha sido conservadora, este Papa quiere democratizarla y sobre todo acercarla al momento social que vivimos dándole a los pobres aquello que necesitan para cubrir sus necesidades mínimas. A esta iglesia me sumo yo y la apoyaré siempre. Arturo Méndez. Madrid.

Anónimo dijo...

Que la llegada de este Papa, Francisco I, ha sido un gran viso de aperturismo en la iglesia, no me cabe la menor duda. Ahora ha surgido el problema de una homosexualidad declarada por parte de un miembro muy representativo de la iglesia, y la primera reacción ha sido su inmedita destitución. Es cierto que la iglesia no puede o no debe efectuar un cambio de 180º de la noche a la mañana, y este caso es bastante peliagudo, máxime después de lo que se ha vivido en los últimos años. ¿Que cree vd. como cura que se debiera hacer?. Me gustarái conocer su opinión. Eladio Valle. Zaragoza.

Anónimo dijo...

He contactado con este blog por mediación de un amigo hace apenas 15 días, y lo cierto es que me ha resultado de lo más atractivo y sorprendente ver los personajes que han ido pasando por él a lo largo de estos años. Ninguno tiene desperdicio. Pero ha habido uno que me ha causado una gratísima impresión, el cura Enrique de Castro. Le había visto hace algunos años en alguna entrevista que le hicieron en televisión, he leído alguna cosa de él y lo cierto es que siempre me causón una sensación buenísima. Un cura como él que se enfrenta a la Iglesia porque no es capaz de detectar e intentar resolver la problemática social, económica y cultural de los barrios marginados. Una Iglesia que debiera prestar un incondicional apoyo de solidaridad. Que solo habla de paliar los problemas con la oración, lo ha denunciado como un planteamiento de una superficialidad espiritual tremenda. Un cura de este tiempo, que pulsa la realidad social del momento. Hay que esperar que el Papa Francisco, apueste por este tipo de sacerdotes. La iglesia volvería a resurgir con fuerza. Eso esperamos. Basilio Magaz. Pamplona.

Anónimo dijo...

De vez en cuando un "rico" puede entrar en el reino de los cielos. Lo digo por el gesto que ha tenido Amancio Ortega, considerado uno de los más ricos del mundo, que financiará el tratamiento del cáncer en los hospitales gallegos, instalando equipos de última generación en 16 centros hospitalarios de Galicia. A veces da la impresión que oyeran la súplica de curas como Enrique de Castro y otros. Es reconfortante ver que la gente buena es capaz de tener gestos de este tipo, aunque sean ricos. No es muy corriente. Me agrada que haya sido un paisano mío. María Elena Alvarez. Vigo.

Anónimo dijo...

La pérdida de Fernando Cardenal, el jesuita que fue Ministro de Educación en la Revolución Sandinista, fue una pérdida irreparable. Mientras ejerció su ministerio consiguió reducir el analfabetismo en Nicaragua del 50,35% al 2,96%. Su obra social ahí queda y su calvario padecido desde su expulsión de la Compañía de Jesús, donde volvió años después pasando por el noviciado. Un ejemplo que queda reflejado en su libro "JUNTA A MI PUEBLO, CON SU REVOLUCION. MEMORIAS". Me gustaría que Enrique de Castro hiciese algún comentario sobre este representante de la Teología de la Liberación. Zamora

Anónimo dijo...

Con la muerte de "el cura Paco" algo se va echar en falta. Francisco Garcia Salve que así se llamaba, fue un auténtico líder sindical en los tiempos que ser un agitador social llevaba consigo el riesgo de acabar con los huesos en la cárcel. Este cura solidario con los más desfavorecidos, que no tuvo pelos en la lengua para denunciar las injusticias. Era uno de los miembros de aquel proceso franquista que se llamó "PROCESO 1001" que no era más que un ataque frontal contra la central sindical CC.OO. que por aquel entonces, principio de los años 70 del pasado siglo, era el único reducto en el que podrán defender a los obreros oprimidos de este país. Estoy seguro que Enrique de Castro era amigo y que también compartía la ideología de este cura. D.E.P. el cura Paco. Tomás Cuadrado. Madrid.

Anónimo dijo...

¿Que ha sido del cura Enrique de Castro?, ¿sigue en Entrevías en el barrio de Vallecas de Madrid, atendiendo a todos los necesitados que pasaban por su parroquia?. Ejemplo viviente de lo que debe ser un servidor de Dios que es lo mismo que decir un servidor de los que viven totalmente marginados. Me gustaría saber si sigue en su apostolado de ayudas a los pobres. Carlos Requejo. Pontevedra.

Anónimo dijo...

No se si el cura Enrique de Castro está retirado o sigue ejerciendo como sacerdote en la parroquia de Entrevías. Su ejemplar manera de entender la religión que predicó Jesucristo, ha hecho que sea admirado por creyentes y no creyentes. Para él los seres humanos están por encima de postulados y retóricas; ¡cuanta falta hacen curas como este!. Me gustaría saber de él. Juan Tormes. Madrid.

Anónimo dijo...

Usted Sr. Enrique de Castro que siempre ha sido un poco díscolo con el Vaticano, no se que opinión le merece la postura que ha tomado en Papa Francisco en relación a su política con Cataluña. Tras años eligiendo obispos no alineados con el "proces", nombra ahora arzobispo de Tarragona a un cura que colocó una estelada en su iglesia. El susodicho cura responde al nombre de Joan Planellas, párroco de Jafre en el año 2015, protagonizó una polémica con la esposa de Albert Boadella la cual le recriminaba que en una iglesia estuviese colgada del campanario un estelada, cuando un templo debe ser la casa de todos, nacionalistas o no. Repito Sra. Boadella, tiene usted toda la tazón. Joan Molins. Tarragona

Anónimo dijo...

Me gustaría saber si el padre Enrique de Castro sigue siendo el párroco de San Carlos Borromeo en Entrevías (Vallecas). Madrid. Hace bastantes meses que no oigo hablar de él, lo cual me resulta extraño, puesto que un cura con ese predicamento que le ha dado su labor con los marginados, difícilmente puede estar en el anonimato. César Malpartida. Badajoz.

Anónimo dijo...

Todavía está pendiente de ser una realidad la "Teología de la Liberación", aquella corriente cristiana integrada tanto por católicos como por protestantes, nacida en América Latina tras el Concilio Vaticano II (1962 - 1965) y la Conferencia Episcopal de Medellín (1966), que consideraba que el Evangelio de Cristo exige la opción preferencial por los pobres del mundo. Esta corriente inicialmente liderada por el presbiteriano Rubem Alves y el sacerdote católico Gustavo Gutiérrez Merino, sigue siendo una quimera. No hay visos de que sea una realidad en mucho tiempo. Los pobres tendrán que seguir esperando, ¡que injusto!. Carlos Mendaño. Madrid.

Anónimo dijo...

Me he enterado del fallecimiento de Enrique de Castro, noticia que me ha llegado a lo más profundo de mi corazón. Nos dejó un hombre bueno, una de esas personas que ha entregado su vida a socorrer a los más necesitados. Desde su condición de sacerdote ha sido todo un ejemplo para el clero, aunque haya tenido sus más y sus menos con los prebostes de la curia, que no les gustaba que estuviese tan decantado por las clases oprimidas. Se enfrentó a todos aquellos gerifaltes que aplaudían a los poderosos y miraban hacia otro lado ante la presencia del pobre. Si hay cielo Enrique de Castro estará en un lugar preferente. D.E.P. Antonio González. Vallecas. Madrid.