VALERIE TASSO EN LA JAULA DE GATOS.

Fecha: 26 de Enero de 2017

Lugar: LA POSADA DE LA VILLA

           Cava Baja, 9

           M A D R I D

Asistentes: Valerie Tasso (invitada), Jacinto Santos, José Ignacio Rodrigo, Carmen Posadas, Guillermo Llamas, Ramón Cervera, Leandro Crespo, Carlos Arribas, Pedro Jover, Ricardo Goizueta, Antonio de la Riva, Alberto Sánchez-Horneros, Jaime Porras, Cristina Carrillo, María Jacob, Javier Bermejo, María Carrillo, Tamara Muñoz Calero, Fernando Ramírez de Haro, Santos Eraso, Santiago Pedraz, Gerardo Viada, José Luis Ybáñez, Miguel Muñoz Calero y Luis Yáñez.

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Fue lenta la espera, duró aproximadamente dos años, pero al final ha merecido la pena. Hoy nos ha visitado una de las pocas mujeres que valientemente y con una buena  dosis de carácter y firmeza, ha sido capaz de desenmascarar  y desdramatizar uno de los tabúes más significativos y ancestrales de nuestra civilización judeo-cristiana: EL SEXO.

Ella y solo ella, sabe de los sinsabores, críticas y estigmas,  que ha tenido que aguantar, al tomar una decisión de tal envergadura, en un momento crítico y determinado de su vida. Visto desde fuera y con los criterios de unos cuantos, todo parece fácil, pero cuando una sociedad que en su gran mayoría está anclada en un pasado de represión y de beatería, la cosa tiene otra vertiente y toma un cariz distinto. Luchar y enfrentarse a un sistema preestablecido, no es una labor fácil para nadie y mucho menos para una mujer. Derribar tabúes y proclamar a los cuatro vientos, que la hipocresía, sobre este tema en cuestión, está enraizada en el mismo tuétano de la sociedad, no era una tarea fácil y sencilla, ni mucho menos. Ella ha sido capaz de hacerlo, aireando una forma de vida, que por circunstancias personales, o por lo que fuera,  eligió libremente durante un período de tiempo, y del que no solo no se arrepiente sino que supo extraer experiencias enriquecedoras.

Algunos se han atrevido a calificarla  e incluso a adjetivarla de una forma descalificadora. En nombre de qué y de quien, tiene alguien autoridad moral para juzgarla. Nadie, absolutamente nadie.

Valerie Tasso, es una escritora e investigadora. Licenciada en Ciencias Económicas y en Lenguas Extranjeras Aplicadas. Francesa de nacimiento y actualmente residente en Barcelona. Una mujer que ha sido capaz de coger el toro por los cuernos, valga el símil taurino, y enfrentarse ella sola a los prejuicios de una sociedad que se escandaliza ante la naturalidad del sexo y mira hacia otro lado, e incluso aplaude, la falta de honradez, la corrupción y el nepotismo. Todo el que se enfrenta y lucha contra la injusticia y el abuso es digno de admiración. Valerie Tasso, forma parte de ese sector de la sociedad que ha sido capaz de luchar contra la falsedad y la mojigatería de una falsa moral cristiana. Vaya desde aquí nuestra admiración por su coraje y entereza.

Nos hizo un amplio relato de su trayectoria, de sus vivencias y de una etapa  importante  de su vida, que supuestamente tuvo mucho de intranquilidad y poco de sosiego, y que a todos sin excepción, nos resultó fascinante y por supuesto a ninguno nos dejó indiferentes. No es que le haya producido ningún trauma, me ha dado la impresión que no, ni mucho menos. Es una mujer de convicciones muy fuertes y con una gran preparación psicológica, fundamental para mirar a su pasado de una forma natural y sin prejuicios de ningún tipo.

Tuvo una educación privilegiada y procediendo de una familia de clase media alta francesa no resulta fácil comprender su trayectoria. Se preparó para ser Cónsul, estudiando Relaciones Internacionales en Estrasburgo, y posteriormente trabajando en el Parlamento Europeo para el Consejo de Europa. Un trabajo para el que era imprescindible tener un alto conocimiento de varios idiomas, en las oposiciones que había que superar en el Ministerio de Asuntos Exteriores francés.  Por ello decidió viajar por distintos países del mundo. Cuatro años en Latinoamérica, y largas etapas en Londres y Bonn, le permitieron ampliar sus conocimientos de español, inglés y alemán. Después de su dilatado periplo por varios países, recala en Barcelona, donde consigue un puesto como periodista muy bien remunerado, pero condicionado a tener que viajar constantemente por todo el planeta. En esa época se enamoró de un señor 20 años mayor que ella, el cual tenía una doble vida.

Esta relación duró cuatro años y la dejó completamente arruinada. Cuando se dio cuenta del grave problema en que se encontraba, en vez de cortar, siguió hundiéndose más, lo que le permitió conocer sus límites, lo cual  al final la llevan a perder su puesto de trabajo, su piso maravilloso y asumir unas deudas de quince millones de pesetas de su pareja, más un aval de un préstamo por el que tiene que responder ante una entidad crediticia.

Esta situación era tan crítica que un trabajo por muy bueno que fuera no le permitiría afrontar el montante de estas deudas, así que no le queda otro remedio que reconocer la deuda y comprometerse a pagarla poco a poco. Este fue el motivo de meterse en el mundo de la prostitución de alto standing. Se fue a una agencia donde con sus idiomas, su buena presencia y la posibilidad de viajar sin problema alguno, le facilitaron la entrada en ese mundo. Por aquel entonces tenía 30 años y eso en principio era un hándicap frente a señoritas de 18 y 20 años;

pese a ello la agencia le dio la oportunidad, y estuvo 6 años ejerciendo la prostitución. Durante esos años luchó contra el estigma y el estereotipo de la prostituta, de la que frecuentemente se daba una imagen de mujer mal vestida, vulgar y carente de educación, cuando la realidad en la mayoría de los casos no es así.

En aquellos años el mayor porcentaje de mujeres que ejercían la prostitución era mayoritariamente extranjeras, españolas había algunas, pero las menos. Prácticamente todas hablaban por lo menos inglés e incluso muchas de ellas, uno o dos idiomas más. Lo que si se les exigía era tener mucha clase, no aparentar lo que eran, sino dar el perfil de una secretaria de empresa.

La diferencia entre una prostituta de agencia, como en la que ella trabajaba y una de la calle, es el contexto y el glamour que puede haber en la relación con los clientes. No se considera clasista, ni mejor ni peor que nadie, ni mucho menos, de hecho ha llevado a cabo el mismo oficio que las chicas de la calle, solo que lo hizo en un ambiente más favorable.

Las exigencias de los clientes que  solicitaban sus servicios fueron de lo más variado. Sus criterios en el ejercicio de la prostitución fueron la personalidad, el  saber estar, el carisma y el poder hablar sobre cualquier tema, bien con un hombre o con una mujer. El sexo es secundario, lo importante es la persona, sea del género que sea, con la que se comparte una relación de lo más íntima.

Ella en un año  ejerciendo el oficio de prostituta pagó todas las deudas que había contraído, suyas y del hombre con el que había vivido. Nunca ejerció la prostitución sometida a ningún condicionante, ni organización, ni chulo, lo hizo con plena libertad, de tal forma que si algún hombre o mujer solicitaba sus servicios y a ella no le gustaba su forma de ser, rechazaba la relación. Reconoce que fue una privilegiada dentro de ese mundo.

Cuando saca su primer libro “Diario de una ninfómana”, el motivo fundamental es que estaba harta de la doble moral. Ha tenido compañeras que aseguraban no haber tenido nunca un orgasmo con un cliente, algo que nunca acabó de entender, sin embargo ella si ha tenido orgasmos con varios clientes, no con todos, pero si con algunos. En un coloquio en televisión varios contertulios le dijeron en tono compasivo: “Lo habrás pasado muy mal”. ¿Mal? respondía ella, todo lo contrario, lo he pasado maravillosamente bien”, aunque con algunos la experiencia no fuese de lo más satisfactorio y agradable, pero en la mayoría de las veces la conexión siempre fue grata y sobre todo cómoda.

Hoy desde su consultorio y dada la situación de crisis que estamos viviendo, cuando alguna chica se  acerca pidiéndole  que la ayude a meterse en la prostitución, su respuesta es siempre la misma: “Lo siento, no puedo”; por una sencilla razón, su experiencia fue muy personal, puesto que cuando ella entró de lleno en ese mundo, no era una jovencita inexperta, tenía treinta años y la cabeza muy bien amueblada y sabía desde el principio lo que quería. Como ha dicho antes,  

el primer objetivo que se propuso lo consiguió en un año, hacer dinero de una forma rápida para pagar sus deudas, y de paso, algo que podría haber sido traumático convertirlo en muchas ocasiones en algo placentero. Por eso como terapeuta no puede ni fa decisión en puramente particular y  llega una misma a esa conclusión, en base a una serie de condicionantes o motivaciones muy particulares, que son válidas para una mujer en particular, pero no para todas en general.acilitar, ni inducir a nadie a entrar en el mundo de la prostitución; es

Cuando se manifiestan grupos de mujeres que quieren abolir la prostitución, las respeta y le parece muy bien que lo pidan, pero que no crean que la prostitución está siempre directamente relacionada con el mundo de la  trata de personas, eso no es así, sobre todo de una forma generalizada. Hay casos que si es cierto que existe una explotación de mujeres   con fines lucrativos dentro de ese mundo gestionado por mafias y delincuentes, y eso hay que perseguirlo y castigarlo, pero la gran mayoría ejerce ese “oficio” libremente, por las razones que sean, bien porque no ven otra salida a los graves problemas económicos que tiene ella o su familia, o bien porque quiere vivir unas experiencias sexuales que de otra forma le resultaría imposible conseguir.

Nunca se debe generalizar. A todos nos consta que el cohecho, el soborno, la perversión y la explotación anidan en todos los ámbitos de la sociedad, pero no por ello debemos inculpar a todos de una forma generalizada. Sabemos que existe la corrupción política, pero no tendría ni pies ni cabeza suprimir la clase política.  

Por poner un ejemplo más didáctico: Todos somos conocedores de la súper-explotación que existe en el mundo textil.  No es comprensible que se pueda adquirir una prenda de vestir por 2 o 3 euros, eso quiere decir que hay alguien, bien en la India, o en países del sudeste asiático, etc. que está siendo explotado con un salario de hambre y miseria. Eso sí que es una explotación flagrante.

Es una falacia que cuando se habla de trata o explotación de personas, siempre se relaciona con el trabajo sexual, y a ella eso le parece muy injusto, ya que si realmente se quiere acabar con la trata de personas, hagámoslo en todos los sectores donde se explota a los seres humanos. Por ahí es por donde hay que empezar, no mirar hacia otro lado, cuando la explotación se lleva  cabo en sectores donde la propia sociedad no quiere indagar, por razones puramente económicas. Que un niño de 9 años trabaje 18 o 20 horas diarias en la India en condiciones infrahumanas y por un mendrugo de pan, es muchísima más explotación que el ejercicio de la prostitución, véase por donde se quiera ver.

La gran mayoría de clientes que ha tenido eran señores casados. Existe una leyenda urbana, aunque muy extendida, que la gente piensa que la prostituta en el ejercicio del sexo, hace cosas extraordinarias y maravillosas, que la señora de la casa no hace, y eso es mentira. Otra cuestión es que el hombre tenga menos reparo en pedir a una prostituta tal o cual cosa, y que a su propia mujer no se atreva hacerlo, eso es algo incomprensible que no tiene ni pies ni cabeza, pero nos guste o no, es la pura realidad en un altísimo porcentaje. No hay duda, que un gran mayoría de hombres casados, recurren a la prostituta para poder llevar a cabo sus fantasías sexuales.

En la sociedad patriarcal en que vivimos, se ha dividido a las mujeres en dos bandos; las “santas”, que no son tan santas, precisamente porque la propia sociedad no les permite obrar de otra forma ya que están encorsetadas en el sistema, sino ya veríamos; y después están las “putas”, que en muchos casos no son tan putas,  y eso es lo que ella considera que no debiera ser así, que no se produjera ese encasillamiento. La mujer, bien como ama de casa o como prostituta, siempre será mujer y por ello se merece un respeto a la forma de vida que ha elegido.

Nadie es quien para juzgarla y menos una sociedad, que se fundamenta en prejuicios y tics, que no son más que la base de una forma de pensar, que no se sustenta, como debiera, ni en la comprensión, ni mucho menos en la condescendencia. Así que no juzguemos libremente a otros, sin mirarnos a nosotros mismos, posiblemente encontraríamos sobrados motivos para callarnos.

La sociedad ha etiquetado a la mujer como un ser multiusos y bajo unos roles que se encajan en los perfiles siguientes: De joven es “amante”, pero este papel desaparece en parte cuando se convierte en “esposa”. La esposa en el momento que se convierte en “madre” pierde prácticamente la condición de amante.

Cuando llega a ser “abuela”, mantiene tímidamente la condición de esposa y lo de amante forma parte de un pasado muy lejano. Se la ve como un ser que solo sirve para cuidar nietos, cuando esto a todas luces es injusto, ya que si su salud es buena tanto física como psíquicamente se encuentra bien, podría disfrutar del sexo mientras su cuerpo lo desee.

Se declara feminista, pero francesa, que ama profundamente a los hombres, no una feminista radical que encaje en ese perfil que muchas mujeres equivocadamente creen, que el hecho de ser feminista ha de  llevar consigo odiar a los hombres, lo cual para ella es un error tremendo. Con ese criterio no se puede ir a ningún sitio. En su opinión, no tiene futuro. Las mujeres deben luchar contra la desigualdad social y ese debe ser su objetivo, no el querer sustituir al hombre en su status.

Puede asegurar con total firmeza, que la figura del proxeneta está más en el mercado de la trata de mujeres, no en las agencias, a través de las cuales se contratan los servicios de señoritas. Concretamente en su caso el mayor porcentaje de la prestación de servicios se lo llevaba ella, aproximadamente en torno al 70%. Siempre cobraba ella y después entregaba el porcentaje a la agencia. No se atrevió nunca a trabajar por libre, porque le daba miedo, sin embargo la agencia le aseguraba una serie de clientes de confianza, lo cual le daba total seguridad.

El motivo de retirarse de la prostitución fue  debido a que se enamoró de un cliente de nacionalidad italiana, con mucha clase y un gran sentido del humor. Entabló con él una relación muy bonita, Viajaban mucho. En el primer viaje que hizo no quiso cobrarle nada, y a partir de entonces estuvo viviendo 4 años con él una experiencia maravillosa. Siguió trabajando 2 o 3 meses más hasta que al final le resultaba muy difícil estar con otro hombre que no fuera él. Desde que dejaron esta relación, sigue manteniendo contacto a través de washap, pero en persona no se ven. Cree que el tiene miedo a que pudieran liarse de nuevo.

Sobre su experiencia en relaciones homosexuales, asegura que no existe un patrón definido. Su conocimiento en la materia, por experiencia propia y a lo largo de los años, le ha llevado  a la conclusión de que cada mujer u hombre son totalmente diferentes. Ese criterio de que la mujer al ser conocedora de su cuerpo puede saber lo que le puede gustar más a la otra mujer, no es exactamente así de una forma generalizada, ya que las relaciones sexuales dependen sobre todo del feeling y de la pasión que halla en la pareja.

Tuvo relaciones con mujeres y hombres muy sosos y por el contrario también las he tenido con mujeres y hombres fantásticos y maravillosos. Cada uno es un mundo, por eso no le gusta decantarse por que  una relación sea mejor que la otra, como ha dicho anteriormente, depende de varios factores.

Los problemas más generalizados que ha conocido en su paso por el mundo de la prostitución han sido, la eyaculación precoz  y la falta de erección en los hombres, y en las mujeres la anorgasmia primaria, el no haber sentido nunca un orgasmo.  Mujeres que en todos sus años de matrimonio, han estado mintiendo a su pareja, sin haber sentido nunca placer en el acto sexual. Lo hacían en la mayoría de los casos, siguiendo los consejos de sus madres, que les habían inculcado la idea de que la sagrada misión del matrimonio era traer hijos al mundo, el placer estaba considerado casi como algo vicioso. En los hombres el miedo es casi siempre por temor a no dar la talla y algún que otro complejo, pero fundamentalmente el primero.

Si uno no supiera que el orgasmo produce placer, el sexo sería como algo rutinario y no despertaría interés alguno en el ser humano; de ahí que el propio placer se considere una interpretación en el cual no deben aparecer nunca las emociones negativas. Para llegar al orgasmo es preciso una preparación previa que lleve al individuo a la descarga de la tensión sexual que le impida llegar al placer.

Sobre los estimulantes sexuales que se ofrecen a través de internet, hay que tener mucho cuidado, ya que ofrecen pastillas de productos naturales que supuestamente tienen el mismo efecto que la Viagra, pero es un timo, ya que por regla general carecen de control sanitario y solo se comercializan a través de las redes sociales. Cuando en muchos medios de comunicación o en las redes sociales venden recetas mágicas para ser el mejor o la mejor amante, son mentiras que no sirven para nada.

En el seno de una pareja donde existe amor y sexo, es bueno que exista una buena dosis negociación. El amor es innegociable, o se ama o no se ama. En el sexo si se puede negociar. Puede haber acuerdos entre los miembros de la pareja en todo aquello que normalice y satisfaga la relación entre ambos. Sin pactos una pareja difícilmente puede funcionar. Existen pactos implícitos  que no se negocian pero que están ahí como algo natural. Muchas personas no quieren saber nada de pactos, por la sencilla razón de que lo dan todo por hecho, y esa postura es un tremendo error. Los seres humanos, y las parejas lo son y tienen la necesidad de llegar a pactos en aras de un mejor funcionamiento de su vida en común.

En sus experiencias sobre el mundo homosexual, tiene una idea muy sólida y definida. A conocido mujeres que eran más masculinas que muchos hombres, y al igual ha conocido gays que eran más femeninos que muchas mujeres. En este mundo es muy difícil generalizar, debe analizarse caso por caso y sobre todo con mucha delicadeza.

Quiso arrojar un poco de luz, sobre lo que está sucediendo en estos momentos en España, sobre la cuestión sexual. Se dice que se está llevando a cabo un programa de educación sexual, lo cual no es cierto; lo que se está poniendo en práctica es un programa de salud sexual. La diferencia es notoria, si se hiciese de verdad educación sexual, dependería del Ministerio de Educación, no del Ministerio de Sanidad. La diferencia es que todo lo relativo a la salud sexual se puede informar y desarrollar en una hora. Todo giraría en torno a la necesidad de protegerse, como protegerse y una didáctica de cómo hacerlo; de cómo tener cuidado con el sida, con las enfermedades venéreas y poco más. Sin embargo la educación sexual es mucho más compleja. Se trata de educar a los sexos, mujeres y hombres, en la manera de entender el deseo, saber respetar las diferencias y similitudes, lo cual en buena parte evitaría el maltrato, conocerse uno mismo, no construir muros sino puentes, eso es educación sexual. “Con la educación sexual se transmiten valores, con la salud sexual se transmiten problemas”.

El país más puritano del mundo es EE.UU. En los años 80 del pasado siglo, con el fin de ganar votos en las elecciones presidenciales, se vende a un amplio grupo de señoras muy puritanas que si votan al candidato James Carter, el sexo se iba a poner en segundo plano, llevando a cabo programas de abstinencia sexual y otras lindezas por el estilo. Lo cierto es que este sector de mujeres trabajó duro a favor de Carter, y su labor desconoce el porcentaje de influencia que tuvo para que el candidato ganara las elecciones presidenciales. Lo cierto es que las ganó y de todos es conocido que el puritanismo siguió imperando en el país, de una forma aparente, la realidad es otra muy diferente.

De la cultura japonesa hay cosas muy interesantes de las que se pueden extraer conclusiones importantes; pero no toda su filosofía es adaptable a nuestro mundo occidental. Ellos tienen una moral distinta a la nuestra. Son sintoístas. Nosotros sin embargo nos regimos por la influencia de la civilización judeo-cristiana, por cual es muy difícil compaginar las dos civilizaciones. La moral no es universal y común para todos, cada cultura tiene su propia moral. Una de las grandes diferencias existente entre la civilización japonesa y la judeo-cristiana, es que los japoneses no tienen sentimiento de culpabilidad, y eso marca la trayectoria y el comportamiento de una sociedad, sin entrar en valoraciones de cual es mejor o peor, pero sí que es diametralmente diferente.

Hay un tópico generalizado, que asegura que los hombres llegan al orgasmo antes que las mujeres. Antaño se creía que la virilidad y la masculinidad de los hombres se medía, por la rapidez en que llegasen al orgasmo. Hoy en día las cosas han cambiado, y no necesariamente, el hombre es más veloz que la mujer a la hora de tener un orgasmo. Hay hombres que controlan perfectamente su cuerpo, así como mujeres que tienen más facilidad y otras sin embargo son más reacias. En la actualidad esto ya no es ningún problema, puesto que la educación y las experiencias de cada uno, han normalizado todas estas cuestiones.

Histérica viene del griego, que significa útero. Durante siglos se ha dicho que cuando una mujer estaba histérica, “tenía un bicho en el útero”. A partir del siglo XIX la medicina descubrió que no era otra cosa que “furor uterino”, el cual se solucionaba siempre con las siguientes medidas: Relación sexual de la pareja, masturbación o masaje pélvico, consistente en estimular manualmente los genitales de las mujeres hasta llegar al orgasmo, que entonces se denominaba “paroxismo histérico”.

En el despertar a las sensaciones sexuales en la pubertad, tradicionalmente las familias veían con cierta naturalidad que los niños llevasen a cabo todo tipo de tocamientos en sus genitales, mientras que si lo hacían las niñas, era como algo anormal e incluso sucio. Esta forma de pensar era lo habitual hasta bien entrado el siglo XX. Estos criterios se han superado en las últimas décadas, y hoy podemos asegurar que un alto porcentaje de la sociedad, ha superado estos criterios absurdos.

También nos dejó algunas reflexiones como las que a continuación detallamos:

“La media de edad que visitan médicos o consultas especializadas en temas sexuales, está entre los 35 y 50 años”.

“En estos momentos se está viviendo un mundo intersexualizado, el sexo está por todas partes, pero está mal presentado”.

“La mujer durante años ha sido una gran fingidora de orgasmos, que jamás existieron en las relaciones sexuales de la pareja”.

“Debido a una falta total de educación sexual, ha habido un  gran desconocimiento tanto en la mujer como en el hombre, que el clítoris de la hembra es el órgano que produce placer a las mujeres”.

“El erotismo no viene de fuera, parte de dentro de uno mismo”.

“Pone más una cabeza alta, que un escote bajo”.

“El sexo es a la persona lo que la sexualidad es a la personalidad”.

“Hay que respetar a las personas que no quieran hacer uso de su sexualidad, pero no en nombre de la ignorancia”.

“Hay estudios que demuestran que las mujeres por naturaleza, son en su gran mayoría multiorgásmicas”.

“El humor y el sexo es la distancia más corta entre dos personas”.

“Es absurdo que en los tiempos en que vivimos, se hayan democratizado las opiniones sobre el sexo, pero no los conocimientos”.

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De haber vivido en la  “negra y gloriosa” época del Santo Oficio, Valerie Tasso, con toda seguridad hubiera ardido en la hoguera. En primer lugar, suerte para ella,  y suerte para la sociedad que nos hubiera privado de una mujer que ha luchado  frontalmente contra la intolerancia y el oscurantismo, abriéndonos uno de los caminos hacia la libertad. La iglesia  siempre ha tenido dos frentes abiertos con los que no ha habido concesiones, ni ha  tenido piedad, a la hora de defender su postura con todos los medios lícitos o ilícitos  a su alcance: La herejía el sexo. No sabemos  en que orden, pero si nos consta que ambos han sido secularmente los motivos que la han movilizado, para llevar a cabo cualquier tipo acción o reacción, con el fin de cercenar todos los avances o iniciativas en ese sentido.

No cabe la menor duda que solamente por el hecho de intentar una aventura como la que Valerie acometió en su día, merece toda nuestra admiración. El Foro le ha dado la oportunidad de explayarse y sobre todo la posibilidad de aclarar cuantas dudas surgieron a lo largo del debate. Que no fueron pocas.

Hoy cuando la democracia ya es una realidad  en nuestro país desde hace casi 40 años, tristemente todavía quedan resabios de un oscuro pasado, donde aquello que nos prohibían era la normalidad y lo natural transgredir lo que nos imponían, y era de delincuentes o peor aún de pecadores execrables, aquellos que en algún momento traspasaban la barrera de las buenas costumbres. ¡Menudos sambenitos le han caído a más de uno por apartarse de lo políticamente correcto! Esperemos que todo esto, para bien de la sociedad, llegue a normalizarse definitivamente, en ello estamos.

Gracias Valerie por tu visita. Tu presencia ha sido un viento de libertad, que siempre resulta gratificante.  Esperamos verte de nuevo. Será un honor recibirte en este Foro.

Hasta siempre.

Por: Luis Yáñez.   

 

“Diario de una ninfómana”

“Paris la nuit”

“El otro lado del sexo”.